Desde hace muchos años colecciono revistas de perros, específicamente aquellas que proceden de España, y es de esta manera que logre conocer los articulos de José Miguel Doval, y hoy me permito dejarles aquí un poco de su arte:
VANITAS VANITATUM, OMNIA VANITAS
"Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo vanidad ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol? Generación va, y generación viene: más la tierra siempre permanece. Y sale el sol, pónese el sol, y con deseo vuelve a su lugar donde torna nacer.
Por José Miguel Doval
"...PUES VA A SER QUE NO
Estoy cansado de viajar por todo el país, por toda Europa, por gran parte del mundo, de forma precipitada, en horas demenciales, durmiendo poco y mal, sufriendo incomodidades, y todo para salir cinco minutos a una pista a mostrar a un perro, para luego volver a casa cansado, jugándote la vida en la carretera y sin apenas haber podido disfrutar el viaje.
Estoy harto de poner esperanzas en camadas y cachorros, que luego, sin saber muy bien por qué, se tuercen y no llegan a lo que uno esperaba.
Estoy cansado de gastar y gastar y gastar dinero, en pienso, en perros, en veterinarios, en inscripciones, en viajes, etc; etc; etc; para que luego me digan que los cachorros son caros, o para que algún imbécil cuestione la legalidad de la actividad de los cientos de criadores aficionados, como yo.
No aguanto a los idiotas. Ya sé que hay de todo en la vida y que en todas partes se cuecen habas, pero desde luego, en esto de los perros se cuecen por calderadas. Me duelen los egoístas que sólo piensan en sí mismos y que son incapaces de reconocer y valorar el trabajo de los demás. No aguanto a los que siempre ven los toros desde la barrera, sin implicarse, sin arrimarse, pero con el hacha de la crítica bien afilada para no dejar títere con cabeza a la menor ocasión. Odio a los trepas que, buscando su propio y único beneficio, son capaces de cambiar el rumbo de sus acciones tantas veces como haga falta, poniendo hoy a parir a los que ayer alababan, y mañana a los que hoy les acompañan. Los odio porque son capaces de poner en peligro y destruir el trabajo ajeno con sus obras, escasas, con sus acciones, mediocres y con sus luces, casi fundidas, tan sólo por propiciar un posible cumplimiento de sus aspiraciones, casi siempre tan miserables como ellos mismos. Les gusta el chismorreo hablar a la espalda , difundir rumores, inventarse amistades e influencias, iniciar conspiraciones e inventarse polémicas. Depositan en los demás el origen de sus debilidades mentales y argumentan "me está llamando gente para esto...", "me está llamando gente para lo otro...", la única verdad es que son pobres imbéciles con tan poco que hacer en esta vida que encuentran su realización en ese absurdo ejercicio del maquiavelismo del Regional Preferente.
Además de todo esto, odio las noches sin dormir esperando camadas, las noches sin dormir vigilando cachorros enfermos, las noches sin dormir pensando que al día siguiente habrá que sacrificar a un perro viejo... parece que me gusta dormir por las noches.
La verdad es que a lo largo del tiempo, a lo largo de los años se van acumulando los sinsabores y los que te quieren, los que te rodean, tu familia y tus amigos, llegan a dudar, seriamente de la salud mental de todos los que estamos en esto.
¿O VA A SER QUE SI?
Pero lo cierto es que me gustan las exposiciones, me gusta la sensación de nervios al entrar a un ring, el subidón de adrenalina durante un juicio, las felicitaciones de los compañeros sinceros y, aún más , la falsa alegría de los que no lo son tanto. Y aunque les suene raro, me gusta perder...de vez en cuando sólo, claro, más que nada porque la vuelta no te duermes, y conduces de un tirón recordando paso a paso, todo el árbol genealógico del juez en turno.
Es verdad sufro con las camadas, me da miedo que algo pueda salir mal, pero también es cierto que disfruto como un niño con los cachorros, viéndolos crecer, observando su desarrollo y buscando siempre a ese perro especial que te hará feliz durante años, porque lo que tengo claro es que crío para mí y solo para mí, sin otra razón más poderosa.
Además de chinches, metiches, marujones, también hay alguna gente buena. A lo largo de los años he podido hacer unos cuantos amigos de verdad en esto de los perros. Gente que vale la pena, algunos se han ido y he llorado su ausencia y los añoro. Otros siguen ahí y siempre estarán ahí, para lo bueno y para lo malo, porque son ya parte de mi familia.
Supongo que no soy un bicho raro y que lo mismo que me pasa a mí les ocurre a muchos de ustedes. He tenido y tengo muchas aficiones en la vida y ésta tal vez la más inexplicable . Pero también es verdad que hace mucho tiempo dejé de buscarle explicación a todo. Lo único cierto es que me encantan los perros, me gustan las exposiciones y me gusta observarlo todo con un punto de vista personal, con cierta ironía y con una buena dosis de buen humor, así que seguiremos con la misma ilusión de siempre."
¿Que les parecio lo escrito por José Miguel Doval? Es una realidad constante en la canofilia y por supuesto el pitbull no es la excepción, todos hemos padecido mucho de esto, y es por la identificación con el texto que me atrevo a escribir esto.
Lector(a), te invito a que viertas tu opinión en este tu espacio.
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