Es una enfermedad articular degenerativa de múltiples orígenes pero principalmente hereditaria que se va presentando paulatinamente conforme va creciendo la mascota.
Se puede presentar en uno o ambos lados de la cadera y puede ocurrir tanto en hembras como en machos. La displasia de la cadera se ha reportado en 88 razas diferentes razas de perros donde el American Pit Bull Terrier no es la excepción, aunque se observa con más frecuencia en razas gigantes.
Las manifestaciones de la enfermedad son muy variadas y dependen del grado de severidad que presente: Dificultad y dolor de los miembros posteriores para caminar, subir o bajar escaleras, correr, sentarse o ponerse de pie, sobre todo después de hacer ejercicio.
Estos signos son muy inespecíficos y no son específicos de esta enfermedad por lo cual lo mejor es que acudas con un Médico Veterinario para que le practique un examen ortopédico y un estudio radiográfico en el cual se puede observar que el acetábulo de la cadera ( hueco donde entra la cabeza del fémur) se torna deforme y plano, así como un aumento del espacio articular.
La cabeza femoral se deforma y se observa aplanada o achatada, con bordes irregulares, es decir, luxación (se safa el fémur de la cadera).
TIPS:
Para que la enfermedad no se siga propagando y la displasia no se perpetue, los perros que la padecen no deben reproucirse ya que no son aptos para tener descendencia y un alto porcentaje de esta sufrirá esta enfermedad-
Es recomendable investigar acerca de los antecedentes de los padres del cachorro que piensas comprar para asegurarte que estara libre de displasia.
Se puede presentar en uno o ambos lados de la cadera y puede ocurrir tanto en hembras como en machos. La displasia de la cadera se ha reportado en 88 razas diferentes razas de perros donde el American Pit Bull Terrier no es la excepción, aunque se observa con más frecuencia en razas gigantes.
Las manifestaciones de la enfermedad son muy variadas y dependen del grado de severidad que presente: Dificultad y dolor de los miembros posteriores para caminar, subir o bajar escaleras, correr, sentarse o ponerse de pie, sobre todo después de hacer ejercicio.
Estos signos son muy inespecíficos y no son específicos de esta enfermedad por lo cual lo mejor es que acudas con un Médico Veterinario para que le practique un examen ortopédico y un estudio radiográfico en el cual se puede observar que el acetábulo de la cadera ( hueco donde entra la cabeza del fémur) se torna deforme y plano, así como un aumento del espacio articular.
La cabeza femoral se deforma y se observa aplanada o achatada, con bordes irregulares, es decir, luxación (se safa el fémur de la cadera).
TIPS:
Para que la enfermedad no se siga propagando y la displasia no se perpetue, los perros que la padecen no deben reproucirse ya que no son aptos para tener descendencia y un alto porcentaje de esta sufrirá esta enfermedad-
Es recomendable investigar acerca de los antecedentes de los padres del cachorro que piensas comprar para asegurarte que estara libre de displasia.
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